Carmen Cuervo
¿Late la agonía del destino humano? ¿Y la inmensa oscuridad está caldeada de amor? A menudo en noches tan maravillosamente azules, tan primorosas como las flores jamás vistas podría creerme estos ensueños y fantasías, el silencio entonces se estira hasta romperse, y los árboles atienden, parece, a cierto nivel espiritual que los despertará a la vida, y todas las cosas parecen los pensamientos y pasiones de una mente secreta que durmiendo lleva a la orilla de un extraño sueño. Más cerca, más ;el esplendor y la luz divina se posan sobre la noche. Salvo la mente, los sueños son míos.
Aldous Huxley
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