Carmen Cuervo
Hay una dama que está segura de que todo lo que reluce es oro y está comprando una escalera al cielo. Y cuando llegue allí, sábelo, si las tiendas están cerradas, con una palabra puede conseguir lo que vino a buscar. Y está comprando una escalera al cielo. Hay una señal en la pared pero quiere estar segura. Ya sabes, a veces las palabras tienen dos significados. En el árbol al lado del arroyo hay un pájaro cantor que canta: a veces todos nuestros pensamientos son dudas. Me hace interrogarme. Hay una sensación que tengo cuando miro hacia el oeste y mi espíritu está gritando porque quiere marcharse. En mis pensamientos he visto anillos de humo a través de los árboles y las voces de los que permanecen mirando. Y se dice en susurros que pronto, si todos nosotros cantamos la melodía, el gaitero nos guiará a la razón. Y un nuevo día nacerá para aquellos que aguantan y el bosque devolverá un eco con carcajadas. Si hay un ajetreo en tu sendero de árboles, no te alarmes, es solo la limpieza de primavera por la Reina Madre. Sí, hay dos caminos por los que que puedes ir, pero a la larga todavía hay tiempo para cambiar el camino en el que estás. Hay un zumbido en tu cabeza y no se irá, porque no sabes que el gaitero te está llamando para que te unas a él. Querida dama, no puedes oír el soplido del viento. ¿Y sabías que tu escalera se apoya en el susurrante viento? Y, mientras nosotros seguimos bajando por el camino, nuestras sombras son más grandes que nuestras almas. Camina una dama a la que todos conocemos, que brilla con luz blanca y quiere mostrar que todavía todo se convierte en oro. Y si escuchas muy atento, la melodía vendrá al fin a ti, cuando todos sean uno y uno sea todo. Ser una piedra y no rodar... Y está comprando una escalera al cielo.
Led Zeppelin